miércoles, 13 de agosto de 2008

Habla Xacca

Cada vez que aprieto la tecla “enter” aparece en mi pantalla azul un aviso que dice “mensaje enviado” ¿es cierto? ¿alguien puede leer lo que aquí escribo? Este monitor es lo único que tengo hace varios días, hasta el momento sólo he escrito palabras sueltas de auxilio. Sí. Tengo la esperanza de que alguien me lea.
¿Hola?
¿Hay alguien del otro lado?
Este cuarto es oscuro, como cualquier calabozo, pero no puedo quejarme de la ventilación ni del clima, todos los días encuentro, después de tantear, un plato con comida y un bote de agua; por lo general aparecen a unos cuatro metros de donde están el monitor y el teclado, probablemente ahí hay una puerta, pero cuando paso mis palmas buscándola no logro distinguirla, es todo tan liso, resbaloso... sin pliegues, ni olores, ni temperatura, sin humor…
¿Alguien me lee? ¿Qué caso tendría escribir si nadie lo hace? Sólo puedo esperar… aunque no sé si podré recibir una respuesta ¿esta máquina tendrá una aplicación para recibir o sólo servirá para enviar? Entonces quizá valga la pena que siga insistiendo… Tú ¿puedes ayudarme? ¿existes?
Llegué aquí hace días, creo, la verdad es que no puedo medir el tiempo, lo intenté, me puse a contar: un melón, dos melones, tres melones, cuatro melones… pero luego me quedé dormida. Cuando desperté no supe cuántos melones había soñado.
No sé cómo llegué aquí aunque sí sé por qué. Cometí un crimen, y debió ser uno muy grave porque de otra manera no estaría condenada a esta prisión; cuando me trajeron yo no podía ver más que la venda sobre mis ojos, pero escuché que me abucheaban distintas voces aisladas: una a mi derecha, un par a mi izquierda, alguna que venía de arriba: me llamaban "traidora".
Lloré mucho, hasta que me dolió la garganta de gemir, entre más lloraba más olvido, ahora no recuerdo más… Pero no hagas caso a eso (si es que existes) que no te pido ayuda para salir, si cometí un crimen debo pagar por él... Sólo ayúdame a no volverme loca… ¿lo estaré ya? Escribiéndole a un alguien que quizá no esté ahí… ¿me responderás? Tú… ¿estás ahí?

1 comentario:

armadoypeligroso dijo...

Jarvis:
Revisa los sueños de la última semana de la traidora, la lectura no indica mucho y ni ella ni nosotros sabemos que pasa por su cabeza, avísame.

Helga